Logra un bronceado increíble sin dañar tu piel
Todas sabemos, porque lo escuchamos todos los días, que nos tenemos que cuidar del sol; la principal razón de esto es que recientemente los niveles de agresividad de los rayos solares se han incrementado considerablemente y nos pueden causar daños irreversibles. Es importante que tengamos esto en cuenta, aunque existen ciertas medidas que podemos llevar a cabo si está en nuestros planes visitar alguna playa. Por lo tanto, ¡sí puedes tomar sol pero con precaución! Para esto te recomiendo los siguientes consejos de los expertos:
Días antes del viaje:
Para aumentar la intensidad de tu bronceado, prepara tu piel. Exfóliate diariamente durante la ducha con un guante de crin, después aplica una buena crema hidratante a base de aceite de almendra o de oliva. Tomar el sol con una piel limpia de impurezas y bien hidratada hace la diferencia.
Es importante que tengas claro cuál es tu tipo de piel al momento de elegir el protector solar. Cuanto más blanca seas, mayor debe ser el factor de protección. Este podrá ir bajando progresivamente a medida que tu piel va tomando color.
15 días antes de tu viaje, trata de tomar pequeños baños de sol diario, de 5 a 10 minutos; tu piel tomará color y se acostumbrará al sol.
Durante tu exposición al sol:
Inicia con un protector solar con mayor protección que el recomendado para tu piel.
Debes aplicar el protector solar 20 minutos antes de que te expongas al sol y luego debes repetir la aplicación cada 45 minutos. Si estás usando uno a prueba de agua, aplícalo cada 90 minutos sin importar si te metes o no al agua.
Si estás tomando algún medicamento, consúltale a tu medico, pues hay ciertas medicinas que pueden volver la piel más sensible, como algunos anticonceptivos, medicamentos para el acné y antidepresivos, entre otros.
La piel debe de estar libre de maquillajes, perfumes y lociones que no sean especiales para exponerse al sol, ya que te pueden manchar.
No te confíes de los días nublados, protégete igual que el día más soleado.
No debes exponerte directamente al sol de las 12:00 a las 15:00 horas.
Hidrátate constantemente y favorecerás así la producción de melanina, la cual da el color bronceado.
¡OJO con el limón!, ya que puede mancharte.
Realiza actividad en la playa. No te quedes tumbada a que te dé el sol directamente; camina, corre o date un chapuzón de vez en cuando para obtener un color más uniforme y de una manera menos agresiva a tu piel.
Protege tus ojos con gafas de sol con cristales UV, labios y cicatrices con bloqueador solar especial para estas áreas tan delicadas, así evitarás irritaciones y formación de arrugas en contornos.
Después de tu exposición al sol:
Para que tu bronceado dure, después de exponerte al sol date un baño con agua tibia para cerrar poros. Hidrata tu piel con una crema especial para después de asolearte; existen muchas en el mercado que poseen ingredientes antinflamatorios e hidratantes que ayudan a regenerar tu piel.
Además nuestro cuerpo necesita del sol para fijar el calcio, y así formar y fortalecer los huesos y dientes. Una exposición adecuada incluso puede funcionar como complemento para tratamientos:
De enfermedades reumáticas.
Prevenir el raquitismo.
Es vasodilatador y ayuda al sistema circulatorio.
A largo plazo puede protegerte de padecer esclerosis múltiple.
Lograr un bronceado en forma no es imposible, pero como todo, implica una serie de pasos que debes llevar a cabo para lograrlo.
Recuerda… ¡tú generas el cambio!
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