La clave de la felicidad

A diario somos bombardeados con la idea de que el dinero hace más corto el camino hacia la felicidad. Curiosamente, los estudios recientes de sociólogos, psicólogos y economistas muestran que si bien la falta de recursos económicos es causa de infelicidad, el aumento en los ingresos no hace que una persona alcance el bienestar que espera. Entonces, si el dinero (el estatus o la fama) no dan la felicidad, ¿cuál es la clave para alcanzarla?

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Seis pasos

Según Carol Ryff, psicóloga e investigadora de la Universidad de Wisconsisn, la felicidad se compone de varios ámbitos: los pequeños placeres, la trascendencia de uno mismo y la construcción de proyectos significativos a nivel individual y colectivo. Pero más que una definición, el modelo de Ryff habla de seis pasos para alcanzar el bienestar y la felicidad: aceptarse uno mismo, ser capaz de tener relaciones positivas con los demás, ser autónomo, saber interactuar con el ambiente (control ambiental), tener un objetivo o un sentido en la vida y vivir un crecimiento personal continuo.

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Mihaly Csikszentmihalyi, psicólogo húgnaro de la Universidad de Chicago, se ha especializado en el estudio de la felicidad. Durante 40 años ha entrevistado a todo tipo de personas, sobre todo artistas, científicos, gerentes exitosos y socialmente responsables, deportistas e incluso jugadores de ajedrez. Su objetivo: averiguar qué es lo que hace que su vida sea significativa. En general se trata de personas que dedican mucho tiempo y energía a una actividad por el simple placer de hacerlo y no por el dinero o el reconocimiento. Todos tienen en común el hecho de pasar por momentos particularmente intensos durante el desarrollo de su trabajo.

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"Cuando una persona se entrega a una actividad que exige mucha concentración, que le representa un desafío entrañable y le permite desarrollar sus competencias, alcanza un nivel de felicidad y de éxtasis que desea repetir", explica Csikszentmihalyi, y define este estado como fluidez. Los momentos de fluidez se dan cuando el cuerpo o el espíritu son llevados al límite en un esfuerzo voluntario y en vistas a alcanzar un objetivo muy difícil o importante. Sería algo así como lo que expresa el bailarín Billy Elliot: "sientes electricidad, como si desaparecieras", como si el tiempo también desapareciera y te volvieras parte de algo grandioso. Ese grado de felicidad, fluidez o éxtasis sólo ocurre cuando se conjuntan dos factores principales: estás haciendo lo que realmente quieres hacer y colocas tus desafíos fuera de tu zona de confort.

Aquí un video donde Csikszentmihalyi explica la idea de la fluidez como felicidad:

Psicología positiva

Otro experto en el estudio de la felicidad es Martin Seligman, cuya psicología positiva (no confundirla con el pensamiento positivo) sostiene que nuestro potencial de felicidad depende de nuestra capacidad para reconocer, desarrollar y utilizar nuestras fortalezas y cualidades. Seligman recurre a la metáfora de una casa de tres pisos para describir los tres niveles de la felicidad:

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  1. La vida placentera: las emociones positivas, las pequeñas alegrías cotidianas; se trata de una felicidad necesaria pero efímera.

  2. La vida comprometida: el uso de las fuerzas y los talentos en proyectos significativos (como la fluidez de la que habla de Csikszentmihalyi). Es una felicidad duradera en la medida en que nos propongamos metas personales a lo largo de la vida.

  3. La vida significativa: es el aspecto más duradero de la felicidad, consiste en darle un sentido a nuestras actividades y proyectos, sumarnos a una causa común, dirigirnos hacia un ideal o poner nuestras competencias al servicio de otros. En fin: se trata de ir más allá, de trascender.

Aquí un video muy interesante donde Seligman habla sobre el optimismo, la salud y la felicidad:

Cuestión de tenacidad

Por último, el neuropsiquiatra Boris Cyrulnik sostiene que la felicidad viene de nuestras victorias sobre las dificultades y las penas, pero también de nuestra capacidad para proyectarnos en el futuro. Luchar para conseguir un objetivo, llevar a término un proyecto o superar los obstáculos le dan sentido a la vida y pueden ser una fuente de felicidad sostenida. Cyrulnik sostiene que la experiencia de la desdicha no es opuesta sino esencial a la felicidad. Plantea que la resiliencia es una clave importantísima en la construcción de la felicidad, y que sobre todo se debe permitir a los niños que comprendan el dolor y la frustración, de manera que desarrollen la habilidad de cambiar las situaciones dadas y vencer las dificultades.

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En estas propuestas sobre la felicidad hay importantes matices y diferencias, pero también una gran coincidencia: la condición esencial de la felicidad está en la capacidad que tenemos para entregarnos por entero a una experiencia que ocurre en el aquí y ahora. La felicidad está en vivir el presente, ese instante precioso que nos regala la oportunidad de expandir nuestro ser aún en las condiciones más adversas. Creo que esa satisfacción se logra haciendo no lo que otros consideran deseable o adecuado, sino lo que verdaderamente queremos hacer. Eso implica trabajar para construir las condiciones que nos permitan realizarnos, y en ese esfuerzo, ayudar a construir esa posibilidad para los demás.

Twitter: @luzaenlinea

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